miércoles, 23 de octubre de 2013

Pues, de libros y películas

Pues, Ajá, comencemos.

Esta es mi primera publicación oficial. Cuando me dijeron que tenía que escribir, enseguida comencé a torturarme mentalmente acerca del tema sobre el que debía hablar, pero mientras más lo pensaba menos tenía uno en la cabeza, así que decidí dejar de darle vueltas y entonces, sin buscarlo, llegó solo.

Sucede que me encontraba en una plática con una amiga y llegamos al momento de uno de mis temas favoritos; “las películas”. Mi amiga, expresaba su descontento por cierto filme (del cual omitiré el nombre porque aún no lo he visto); según ella éste desvalorizaba el contenido del libro en el cual estaba basado, fue así y después de unas cuantas horas de debate que supe sobre que escribir.

Si, adaptaciones de libros a películas, o más bien, ¿por qué la gente está tan enojada cuando un libro se vuelve película?

De acuerdo, yo igual he pensado que hay películas que debieron quedarse en libros, ese fue mi pensamiento cuando vi las adaptaciones de “Entrevista con el vampiro” y “La reina de los condenados”, definitivamente me gustaba más en libro (si alguien no comparte esta idea, recuerden que es sólo mi opinión).

Sin embargo, tampoco considero justo juzgar tan severamente a los filmes, ya que al momento de ir a ver una película que esté basada en un libro se debe ir con la mentalidad de que se verá en pantalla la idealización de dicha historia a partir de la visión del director, es decir, la forma en que yo leo y me imagino el libro es completamente distinta a como mi vecino lee y se imagina el mismo libro. Apuesto a que si juntamos a 10 personas en una habitación y hacemos que todas lean el libro de “El Hobbit” sin haber visto la película y luego preguntamos, tendremos 10 descripciones distintas de cómo es la apariencia del personaje principal.

Otro punto importante que se debe de tomar en cuenta, es que al ver una película observamos la representación gráfica de todo aquello que hemos leído en el libro, todas esas analogías, metáforas y demás figuras retóricas que tanto nos gustan en una lectura, y alguien se tiene que dar a la tarea de plasmarlas en imágenes para poder verlas en pantalla.

¿Suena fácil? Tal vez, si leemos en un libro “sus ojos como esmeraldas”, entonces esperaremos ver en la pantalla un par de ojos verdes, pero que tal cuando lees algo como esto:

A los veintidós años, en primavera, Sumire se enamoró por primera vez. Fue un amor violento como un tornado que barre en línea recta una vasta llanura. Un amor que lo derribó todo a su paso, que lo succionó todo hacia el cielo en su torbellino, que lo descuartizó todo en un arranque de locura, que lo machacó todo por completo…”

Estas líneas son el inicio del libro “Sputnik, mi amor”, escrito por Haruki Murakami. Si alguien quisiera hacer una película sobre esto, ¿cómo podrían representarse estas líneas con imágenes en movimiento?

Ya no suena tan fácil, ¿cierto?

Por eso, para concluir me gustaría expresar que aunque creo que hay historias que es mejor leerlas que verlas, pues, ajá, hay que tener presente lo difícil que es realizar una película y que la versión adaptada de lo que se está viendo es la que se ha imaginado el director de la película, la cual puede ser completamente opuesta a la que nosotros imaginamos al leer, y no por eso, la película es necesariamente una atrocidad comparada con el libro.

Espero que hayan disfrutado de este escrito, un saludo y buenas noches.


Jez.

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